jueves, 25 de abril de 2013

Cuando la infracción tiene sanción y pérdida de puntos: saltarse un semáforo



Infracción

La multa que nos puedan poner por cometer una infracción de tráfico, según la opinión de muchos ciudadanos, está asociada más como una actividad recaudatoria que como una labor educativa o preventiva de conductas de riesgo. Entonces, ¿cómo podríamos garantizar la seguridad vial? Al igual, son sólo excusas del que infringe. Y si fuese como dicen, ¿existe algún otro mecanismo que pueda darle sentido al cumplimiento de la norma? Por otro lado, hacer desaparecer la siniestralidad vial mediante el empleo exclusivo de la sanción sería impensable ya que existen otros factores.

Uno de esos factores es la educación vial y dentro de ésta el comportamiento de todos los usuarios que comparten el mismo escenario, como es, la vía pública. El incumplimiento del Reglamento General de Circulación puede que se deba a una falta de percepción del riesgo o incluso a justificar lo injustificable tras alegar, por ejemplo, una deficiente señalización o una indebida regulación del tráfico. Por tal motivo, pondremos algunos casos en los que el hecho infringido, con el reglamento en la mano, conlleva su correspondiente sanción. Si no, vean.

El significado de las luces y flechas de un semáforo


El semáforo que nos encontramos en intersecciones además de regular las corrientes de tráfico está para cumplirse. No vale saltárselo en rojo. Es más, si vemos que cambia de verde a amarillo hay que procurar, primero, aminorar la velocidad sin brusquedad y de forma prolongada hasta llegar a detenerse a su altura. Aunque nos fastidie mucho ver el tiempo que tarda en cambiar de rojo a verde pero ya nos tocará a nosotros ver cómo los demás esperan ansiosos. Es así de simple pero algunas veces nos cuesta entenderlo sobre todo cuando conocemos al semáforo de todos los días y desde que lo pusieron justo a la entrada de nuestra urbanización.

Pues bien, el hecho de no respetar el conductor de un vehículo la luz roja no intermitente de un semáforo, es decir, saltarse un semáforo (como el título de los vídeos 1 y 2) o circular por un carril incumpliendo los semáforos cuadrados para vehículos o de carril conllevaría una sanción de 200 € (100 € si el importe es reducido), además de la pérdida de cuatro puntos de nuestro saldo en el permiso de conducir. ¿Qué adelantas en pasártelo en rojo?, ¿crees que llegarás antes a tu destino?, ¿qué precio estás dispuesto a poner a tu preferencia?…
La señalización es el conjunto de señales y órdenes de los agentes de circulación, señales circunstanciales que modifican el régimen normal de utilización de la vía y señales de balizamiento fijo, semáforos, señales verticales de circulación y marcas viales, destinadas a los usuarios de la vía y que tienen por misión advertir e informar a éstos u ordenar o reglamentar su comportamiento con la necesaria antelación de determinadas circunstancias de la vía o de la circulación

La misma sanción pero sin detracción de puntos le correspondería a un peatón por no respetar la luz roja de su semáforo. Está claro que muchas veces por exceso de confianza y esto lo comentamos cuando hablábamos de las redes semafóricas, sitio de infidelidades por el hecho de estar más pendiente del semáforo de los demás que del nuestro. ¿Como no viene nadie para qué esperar? Te la juegas un día y otro día hasta que te llevas la sorpresa y no sólo eso, el mal ejemplo que damos ante un menor. Primero, por la inseguridad que se transmite y segundo por darle un significado distinto a las normas.

En definitiva, la sanción por si misma no modifica conductas de los usuarios sino más bien tiene un efecto de inhibición temporal a no ser que se corrija esa conducta en el momento de cometer la infracción con una advertencia o sanción además de someterse a algún proceso educativo como cursos de sensibilización vial, actualización o reciclaje sobre las normas de circulación. Por consiguiente, la sanción no será efectiva mientras el conductor no sea consciente del peligro originado tras cometer su infracción.

Yoauntengounaesperanza


#Yoaúntengoesperanza: 'No es otro spot de la DGT', pero ayuda (y mucho) a concienciar

Leo en La Región que cuando Daniel Fernández Carril tenía 18 años, un conductor que circulaba con alcoholemia y en sentido contrario se lo llevó por delante. Daniel es el protagonista de un emocionante vídeo de concienciación vial que muestra el rótulo #Yoaúntengoesperanza y el lema ‘No es otro spot de la DGT‘.

Pasó cuatro meses de hospitalización y un año entero de rehabilitación y, tal y como explica en el vídeo, Daniel tuvo que renunciar a muchas ilusiones y sueños para su futuro. A lo que no renuncia, sin embargo, es a luchar contra el problema de mezclar alcohol y conducción. Precisamente porque hoy, ocho años después de aquel día, todavía mantiene la esperanza. Así explica sus motivaciones para la creación del vídeo:
Se me ocurrió porque, cuando salgo de fiesta, veo que aún hay gente que coge el coche después de beber, y me da rabia; lo único que quiero es que la gente se dé cuenta de lo que puede pasar.

El resultado de su inquietud es un documento muy gráfico —y muy bello, todo hay que decirlo— que dispara directamente a la base del problema. Si alguien, después de observarlo, sigue sin comprender cuáles son los problemas de conducir tras haber bebido, quizá debería dejar de conducir, en general.

Y es que uno de los problemas típicamente asociados al consumo de drogas combinado con la conducción es que resulta tremendamente sencillo que se vea afectada cualquier persona que simplemente pasaba por ahí. El caso de Daniel, tristemente, es uno más para la larga lista de víctimas que quedaron heridas o fallecieron a causa del alcohol que bebió otro.

La elaboración del spot corre a cargo de la productora gallega PlanoMedia TV, más concretamente del realizador Bruno Nieto, y aunque de momento no se conoce cuál será la repercusión del vídeo o si pasará a formar parte de alguna campaña de mayor calado, lo que sí es seguro es que de momento ha cautivado a miles de personas en los pocos días que lleva disponible en la red.